Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado en el que un ser u organismo vivo no tiene ninguna lesión, ni padece ninguna enfermedad y ejerce con normalidad todas sus funciones.

Esto es lo que siempre debemos buscar y defender, que nunca se pierda la condición de salud y bienestar en los animales. Cómo logramos esto, básicamente lo vamos a conseguir, siendo previsores, haciendo prevención.

La prevención en la producción agropecuaria, más específicamente en la ganadería, se basa en la aplicación en los plazos adecuados de un correcto plan vacunal y de desparasitaciones. No podemos pretender terneros sanos si no tenemos madres sanas.

Las madres deben estar vacunadas para que la primera leche, el calostro, fundamental en las primeras doce horas de vida del ternero, tenga todos los anticuerpos y células del sistema inmune.

Las madres deben tener al menos las vacunas contra las enfermedades virales: Diarrea Viral Bovina (DVB), Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR), agentes contra la neumonía, Histophilus sommi, o contra las Leptospirosis, por citar
algunas enfermedades que nos van a provocar un ternero débil.

Ni hablar de Brucelosis, la cual produce abortos en la gran mayoría de los casos. Tambien los debemos prevenir contra las
enfermedades respiratorias. Con estas prevenciones logramos tener terneros sanos,
“prevenidos” y podemos entrar a las recrías con animales mejor preparados sanitariamente.

Fuente:
tml